CONSEJOS PARA LA MANIPULACIÓN, TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS PELIGROSOS
Siempre se debe evitar el contacto directo con los residuos, utilizando los equipos de protección individual adecuados a sus características y peligrosidad. Esto es especialmente importante en el caso de los guantes y de la protección respiratoria ya que no existen equipos que protejan frente a todos los productos.
Todos los residuos deberán considerarse peligrosos, asumiendo el máximo nivel de protección en caso de desconocerse sus propiedades y características.
Cuando sea posible, se utilizará material para que pueda ser descontaminado con facilidad sin generar riesgos adicionales al medio ambiente. En caso contrario, se empleará material de un sólo uso que pueda ser eliminado por un procedimiento estándar después del contacto con el producto.
Nunca se manipularán residuos en solitario.
Se escogerá el tipo de envase para almacenar los residuos atendiendo a las indicaciones del Servicio de Prevención.
Para los residuos líquidos no se emplearán envases mayores de 30 litros para facilitar su manipulación y evitar riesgos innecesarios.
El transporte de envases de 30 litros o más, se realizará en carretillas para evitar riesgos de roturas y derrames.
El vertido de los residuos a los envases correspondientes se ha de efectuar de una forma lenta y controlada. Esta operación será interrumpida si se observa cualquier fenómeno anormal como la producción de gases o el incremento excesivo de temperatura. Para transvasar líquidos en grandes cantidades, se empleará una bomba, preferiblemente de accionamiento manual; en el caso de utilizar una bomba eléctrica esta debe ser antideflagrante. En todos los casos se comprobará la idoneidad del material de la bomba con el residuo trasvasado.
Una vez acabado la operación de vaciado se cerrará el envase hasta la próxima utilización. De esta forma se reducirán la exposición del personal a los productos implicados.
Los envases no se han de llenar más allá del 90% de su capacidad con la finalidad de evitar salpicaduras, derrames y sobrepresiones.